Domingo Malo, responsable del área de deportes del Grupo Socialista, denuncia que el "Aula en Bici", a cargo de Sergio Pérez y financiado a medias entre el Patronato Municipal de Deportes e Ibercaja hasta ahora, no se podrá llevar a cabo este año en Huesca por falta de financiación. Si bien se podrá realizar tanto en Barbastro como en Monzón. Dice el señor Malo que “se realizaba en centros escolares de Educación Primaria, incentivaba el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible, inculcaba valores de seguridad vial entre los niños y tenía muy buena acogida entre el profesorado”. Aunque podamos estar muy de acuerdo con estas palabras, es curioso que el "Aula en Bici" estuviera a cargo del PMD y no de Movilidad, lo que revela que la mayoría de los políticos todavía ven la bicicleta como un elemento deportivo y no creen en la bici como solución al tráfico motorizado, quizás porque no están acostumbrados a tomar medidas eficientes.
En el fondo, quien más interés debería mostrar en fomentar la bicicleta es Sanidad, puesto que su fomento supone muy poca inversión frente a los miles de millones de euros que se ahorrarían en resolver los problemas sanitarios que conllevan el sedentarismo, la contaminación y los accidentes. En Francia, imitando a Bélgica, el Estado va a pagar 20 millones de euros a los que vayan a trabajar en bici porque han calculado que se ahorrarán 5.600 millones de euros en gastos sanitarios. Pero como decía don Manuel, "Spain is different", o como dicen otros, "Europa empieza en los Pirineos". Mientras esperamos a que el gobierno central actúe en esta materia, los políticos locales podrían respaldar las iniciativas ciudadanas y dejarse de despotismos ridículos y carísimos que no hacen más que crear nuevos conflictos anteriormente inexistentes, como el caso del carril bici compartido. Esta todo inventado y es muy rentable, sólo tenemos que fijarnos en nuestros vecinos del norte, que llevan años haciendo experimentos en movilidad.
Con el Aula en Bici no se soluciona el problema de la Bicicleta en Huesca si no hay una serie de infraestructuras (diferentes de un dudoso carril bici compartido) tales como señalización específica, aparcabicis, caminos escolares y regulación del tráfico motorizado (especialmente a la entrada y salida de los colegios). También son necesarias campañas de educación vial y sensibilización para desincentivar el uso luctuoso del coche. Algunas de estas medidas se acordaron por unanimidad en dos plenos municipales, en 2006 y en 2008, quedando tales mociones sin aplicar y sin presupuestar. Tanto el anterior gobierno municipal como el central, así como la DGT y la FEMP, han defraudado a los ciclistas porque no han cumplido apenas las expectativas creadas. Antes no había voluntad y ahora no hay presupuesto.
En el fondo, quien más interés debería mostrar en fomentar la bicicleta es Sanidad, puesto que su fomento supone muy poca inversión frente a los miles de millones de euros que se ahorrarían en resolver los problemas sanitarios que conllevan el sedentarismo, la contaminación y los accidentes. En Francia, imitando a Bélgica, el Estado va a pagar 20 millones de euros a los que vayan a trabajar en bici porque han calculado que se ahorrarán 5.600 millones de euros en gastos sanitarios. Pero como decía don Manuel, "Spain is different", o como dicen otros, "Europa empieza en los Pirineos". Mientras esperamos a que el gobierno central actúe en esta materia, los políticos locales podrían respaldar las iniciativas ciudadanas y dejarse de despotismos ridículos y carísimos que no hacen más que crear nuevos conflictos anteriormente inexistentes, como el caso del carril bici compartido. Esta todo inventado y es muy rentable, sólo tenemos que fijarnos en nuestros vecinos del norte, que llevan años haciendo experimentos en movilidad.
Sergio Pérez colaborando con Huesca en Bici durante las fiestas de Mª Auxiliadora, 2010. |
Ante la falta presupuestaria que se alega para todo una reflexión: con el coste inicial del aparcamiento de la plaza de San Antonio (9.000.000 de euros) nos sale cada plaza de aparcamiento a más de 30.000 euros. Una plaza para bici a cielo abierto cuesta unos 33 euros. Donde aparca un coche aparcan doce ciclistas (clientes del comercio local). Sin embargo, sigue sin haber financiación para aparcabicis. El cálculo estimado para cubrir las necesidades de aparcabicis para Huesca es de unos 90.000 euros, para todos los ciclistas de la ciudad y en todos los barrios. Con 9 millones se cubren 290 plazas para coche. "Contra más coches, más progreso" decían en los '60 (y hasta hace un par de años en Huesca). De momento, tenemos que agradecer que los bienes estatales en este país son inembargables, porque de lo contrario nos podrían embargar los aparcabicis ya instalados.
Ya es hora de dejar de copiar el modelo americano, basado en el automóvil. Modelo que los propios americanos están desechando por su ineficiencia. Huesca era una ciudad muy accesible hasta hace pocos años. Las políticas expansionistas y de fomento del coche nos hacen tener problemas de movilidad más propios de ciudades mucho más grandes, pero sin las ventajas de su transporte público. Esperamos que la escasez financiera redunde en medidas de alta rentabilidad económica y social, en consonancia con las medidas que propone Huesca en Bici desde su fundación hace dos años, en defensa de la movilidad sostenible.
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