miércoles, 12 de agosto de 2009

Visitando el Norte

Mayte y yo hemos ido a conocer lo que hacen por otras ciudades. Ya estuvimos en Pamplona, donde no hay mucho carril bici, pero sí muchas zonas peatonales. En Bilbao no hay muchos carriles bici, pero puedes ir muy lejos con los que hay. San Sebastián tiene una política volcada hacia el transporte público y la bicicleta, con el inconveniente de que no puedes circular por la calzada en donde exista bidegorri (carril rojo); de hecho ya nadie reivindica más carril bici en San Sebastián, sino es para conectar con los pueblos. El último tramo inaugurado está en un túnel ferroviario en desuso, que ha sido adaptado para ser utilizado por los ciclistas. (No te pierdas el vídeo). La reforma de este túnel ha costado 2,5 millones de euros; mientras, en Huesca no existe partida presupuestaria para instalar aparcabicis; los del Palacio de Congresos se han instalado a cargo de la construcción de la estructura metálica de la plaza.

En Bilbao y San Sebastián casi todo es zona azul o residencial, con lo que es imposible aparcar y olvidarse del coche. No es aconsejable llevar el coche si no estás dispuesto a pagar un buen dinero en aparcamiento. A cambio, puedes subir la bici al metro y al tren, con lo que tienes muchas posibilidades de moverte en bici. Ambas ciudades están cubiertas de aparcabicis: menos en Bilbao, que tiene diferentes modelos; en San Sebastián sólo vimos la clásica U invertida en diferentes acabados.

Cabe destacar que en ninguna de las dos ciudades hemos sufrido la invasión peatonal de los carriles bici; y que tampoco hemos tenido que soportar adelantamientos indebidos ni maniobras bruscas, por parte de los automovilistas, cuando circulábamos por la calzada. Hemos sentido que existe un respeto absoluto hacia los ciclistas, a pesar de que no siempre circulábamos correctamente, por el desconocimiento de la ciudad.