Generalmente, las instituciones dedican un día al año a los marginados o víctimas de injusticias: la mujer, el niño, los homosexuales… la bicicleta. Así lavan sus conciencias los políticos y los que les votamos, para poder seguir el resto del año a lo nuestro. En este caso, los organizadores del Día de la Bicicleta alaban las ventajas de la bicicleta como medio de transporte y la importancia de que cambiemos los hábitos de movilidad, para darle un respiro a la ciudad y a nosotros mismos. Se apela al cambio climático, al derroche energético, a la contaminación acústica y a la ambiental, a la salud.
Dejando a un lado que una marcha multitudinaria, escoltada por la Policía Local, no es la mejor manera de disfrutar de la bici, pregunto: si somos son tan conscientes de las ventajas de la bicicleta y de los perjuicios que causan los automóviles, ¿por qué Huesca sigue siendo una ciudad invadida desmesuradamente por el automóvil?
Muchos automovilistas, incluso muchos de los que abusan de su uso, se cambiarían a la bicicleta si se les ofreciera un mínimo de estímulos y una ordenación vial apropiada, que permitiera a los ciclistas circular con unas garantías suficientes de preservar su integridad física. Uno de esos estímulos consistiría en que el Ayuntamiento lanzase una campaña de sensibilización para que los automovilistas aprendan a respetar a los ciclistas y conozcan las ventajas que conlleva desplazarse en bicicleta, frente a los perjuicios que ocasiona el tráfico motorizado. Otra medida imprescindible es la instalación de aparcabicis en las calles y plazas de la ciudad, que se hace esperar año tras año a pesar de haber sido aprobada en pleno del Ayuntamiento por unanimidad.
En los diez años que se lleva celebrando el Día de la Bicicleta, se han hecho más de ocho kilómetros de carril bici, casi todos ellos por encima de las aceras, arrebatando a los peatones un espacio al que tienen derecho. No hay un solo carril bici por las calzadas ni señales específicas para ciclistas. Casi todo el carril bici construido está pensado para el uso ocioso y transcurre por las afueras de la ciudad, con lo cual, difícilmente puede contribuir a descongestionar el tráfico urbano y mejorar el aire que respiramos. En diez años se podría haber avanzado mucho más. Estamos en el vagón de cola de las capitales de España, que es la excepción de la Europa occidental en el desarrollo de la movilidad sostenible. Pero no sólo depende de las instituciones que cambie la situación en Huesca, sino de cada uno de sus ciudadanos, dando una oportunidad a la bicicleta como vehículo cotidiano. Si esos mismos ciudadanos que participan en la marcha del Día de la Bicicleta, siguieran usando la bicicleta al día siguiente y el resto del año, para hacer sus gestiones, para ir al trabajo o al centro de estudios, descubrirían que es un vehículo muy práctico y placentero, libre. Las características de la ciudad, en cuanto a tamaño, orografía y clima, hace que no sean necesarios grandes esfuerzos, además de ayudarnos a mejorar nuestra salud.
Un día, las calles de Huesca estarán llenas de bicicletas y la mayoría de los coches estarán aparcados; entre todos, podemos conseguir que ese día esté más cerca.
Generalmente, las instituciones dedican un día al año a los marginados o víctimas de injusticias: la mujer, el niño, los homosexuales… la bicicleta. Así lavan sus conciencias los políticos y los que les votamos, para poder seguir el resto del año a lo nuestro. En este caso, los organizadores del Día de la Bicicleta alaban las ventajas de la bicicleta como medio de transporte y la importancia de que cambiemos los hábitos de movilidad, para darle un respiro a la ciudad y a nosotros mismos. Se apela al cambio climático, al derroche energético, a la contaminación acústica y a la ambiental, a la salud.
ResponderEliminarDejando a un lado que una marcha multitudinaria, escoltada por la Policía Local, no es la mejor manera de disfrutar de la bici, pregunto: si somos son tan conscientes de las ventajas de la bicicleta y de los perjuicios que causan los automóviles, ¿por qué Huesca sigue siendo una ciudad invadida desmesuradamente por el automóvil?
Muchos automovilistas, incluso muchos de los que abusan de su uso, se cambiarían a la bicicleta si se les ofreciera un mínimo de estímulos y una ordenación vial apropiada, que permitiera a los ciclistas circular con unas garantías suficientes de preservar su integridad física. Uno de esos estímulos consistiría en que el Ayuntamiento lanzase una campaña de sensibilización para que los automovilistas aprendan a respetar a los ciclistas y conozcan las ventajas que conlleva desplazarse en bicicleta, frente a los perjuicios que ocasiona el tráfico motorizado. Otra medida imprescindible es la instalación de aparcabicis en las calles y plazas de la ciudad, que se hace esperar año tras año a pesar de haber sido aprobada en pleno del Ayuntamiento por unanimidad.
En los diez años que se lleva celebrando el Día de la Bicicleta, se han hecho más de ocho kilómetros de carril bici, casi todos ellos por encima de las aceras, arrebatando a los peatones un espacio al que tienen derecho. No hay un solo carril bici por las calzadas ni señales específicas para ciclistas. Casi todo el carril bici construido está pensado para el uso ocioso y transcurre por las afueras de la ciudad, con lo cual, difícilmente puede contribuir a descongestionar el tráfico urbano y mejorar el aire que respiramos. En diez años se podría haber avanzado mucho más. Estamos en el vagón de cola de las capitales de España, que es la excepción de la Europa occidental en el desarrollo de la movilidad sostenible. Pero no sólo depende de las instituciones que cambie la situación en Huesca, sino de cada uno de sus ciudadanos, dando una oportunidad a la bicicleta como vehículo cotidiano. Si esos mismos ciudadanos que participan en la marcha del Día de la Bicicleta, siguieran usando la bicicleta al día siguiente y el resto del año, para hacer sus gestiones, para ir al trabajo o al centro de estudios, descubrirían que es un vehículo muy práctico y placentero, libre. Las características de la ciudad, en cuanto a tamaño, orografía y clima, hace que no sean necesarios grandes esfuerzos, además de ayudarnos a mejorar nuestra salud.
Un día, las calles de Huesca estarán llenas de bicicletas y la mayoría de los coches estarán aparcados; entre todos, podemos conseguir que ese día esté más cerca.
Hola. Quizás os interese esto:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=z9lRColmZE0
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Las fotos, están a vuestra disposión.
Saludos.