miércoles, 12 de septiembre de 2018

Semana de la Movilidad 2018



Un año más llega la Semana de la Movilidad Sostenible, con su Día sin Coches y otras cosicas que se van inventando los técnicos europeos para desempañar la imagen sostenible de los ayuntamientos. 

Es realmente complicado cambiar el protagonismo de la Movilidad a favor de medios saludables; sin embargo, no es tan difícil mantener operativa la acera peatonal en una infraestructura ya de por sí orientada a fomentar el uso del coche. Desde el punto de vista del automovilista no hay muchos motivos para quejarse: cruce con rotonda, dos carriles para cada sentido perfectamente asfaltados separados por una mediana. Quizás la salida de la rotonda es un poco estrecha para dos carriles.

Vayamos al carril bici; en principio está bien hecho puesto que va por la calzada, aunque apenas protegido por unos separadores de plástico que difícilmente evitan el acceso de un coche. Más allá, este carril bici termina en un bordillo que limita una acera por la que no circula nadie. Para acceder desde la rotonda hay que entrar cuidadosamente entre dos separadores. Se puede afirmar que es un buen carril bici mal rematado.

Lo peor de todo es la acera; cualquier peatón habrá de bajarse a la calzada para salvar los matorrales que ocupan un sector importante de la acera. En el caso de llevar cualquier tipo de carrito o silla de ruedas hay que circular por el carril bici.

El conflicto ya está servido: los peatones que tanto se quejan de los ciclistas terminan circulando por el espacio destinado a éstos, con lo que se alimenta la hostilidad entre ambos colectivos, mientras que los coches siguen gozando de su espacio reservado. 

Siendo muy generosos, vamos a achacar la culpa de este problema a la Madre Naturaleza, que expulsa al humano con su exuberancia pero, por una vez nos gustaría que la Semana de la Movilidad sirviera para algo más que declaraciones de intenciones y se empezaran a resolver los conflictos que Huesca en Bici viene denunciando desde su fundación y otros más recientes: la regulación semáforica, que favorece a los coches y perjudica a peatones y ciclistas en los semáforos colindantes a la rotonda del puente del Isuela; las aceras ocupadas por terrazas y carriles bicis; la prohibición de circular por los Cosos; los atascos en los colegios; la falta de conexión de los carriles bici; las pinturas deslizantes; los excesos de velocidad. Problemas que suelen tener fácil solución, pero que necesitan de una sensibilidad política de la que carece el Ayuntamiento de Huesca.

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