viernes, 27 de abril de 2018

Matar ciclistas sigue siendo barato


Lamentablemente, después de tantos trágicos sucesos, matar ciclistas, peatones o cualquier usuario de las vías públicas sigue siendo barato. Los accidentes ocurren por la concurrencia de varios factores y le pueden ocurrir a cualquier persona. Sin embargo, cuando uno de los factores concurrentes es el absoluto desprecio por la vida de los demás se debería tratar como un crimen. No es este el caso del último sentenciado por matar dos ciclistas en Botorrita, incluso después de haber tenido un accidente anterior en el mismo viaje que le tenía que haber servido de advertencia. No obstante, no le importó seguir la marcha hasta provocar daños irreparables. Siendo una vía tan concurrida por ciclistas la desgracia pudo haber sido mayor, aunque una muerte siempre es demasiado. Esperemos que la aseguradora le exija el pago de las indemnizaciones y que en los pocos meses que pase encerrado le sirva para darse cuenta que la vida de los demás es tan valiosa al menos como su miserable existencia. Si hay momentos para sentirse indignados y desprotegidos por una sentencia y por la ley que la ampara este es uno de ellos. Es indudable de que hay fiscales y jueces que aplicarían sentencias mucho más duras, pero esta es la ley que tenemos. 
En todo Aragón hubo marchas ciclistas con ocasión del crimen de Botorrita, esperemos que no haga falta más muertes para acabar con esta lacra.
Mucho ánimo para la familia y compañía.