Desde siempre, los ciclistas y peatones tenemos que soportar la presencia de unos pocos incívicos que van por la acera avasallando con sus bicis. No hablamos de aquellos que utilizan la acera puntualmente y con precaución, sino de esos que la usan por costumbre y no se bajan de ella si no los baja la policía. Todos sabemos quienes son. Perjudican a los ciclistas porque manchan su imagen y ponen a la ciudadanía en contra del uso de un vehículo tan digno y recomendable. Perjudican a los viandantes porque tienen que sufrir la tensión del que ve amenazada su integridad física, junto a las miserables aceras que nos han dejado para que los autos se sigan quejando de que en Huesca no se puede ni aparcar.
Al final, nuestro alcalde ha tenido que sacar un bando suplicando un poquito de por favor. Está bien este bando aunque mezcle bicicletas y mierdas de perro. También tiene su peligro pisar una mierda con la bici... Como las desmesuradas multas que contempla la Ordenanza de Convivencia no se pueden aplicar por eso mismo, por desmesuradas (hasta 1500 euros por circular por zonas peatonales, en bici, que en coche sale mucho más barato), hay que apelar a la buena voluntad de esos angelitos que alegando miedo se aferran a la acera, quizás porque han descubierto que es más divertido esquivar peatones y saltar bordillos que circular como manda la normativa.
Huesca en Bici ha reclamado varias veces que se actúe para una mejor convivencia entre usuarias, pacificando el tráfico y aplicando otras medidas circulatorias que bajen las bicis de las aceras; pero también tomando medidas para acabar con la conflictividad en los carriles bici que lamentablemente encontramos intransitables en demasiadas ocasiones.
Los ciclistas que circulan por la acera por miedo a ser atropellados también deberían tener miedo a las consecuencias legales que conlleva atropellar a un peatón, tanto económicas como penales. Si bien es cierto que existe un pequeño riesgo, también lo es que no conocemos en Huesca ningún caso de ciclista herido grave o muerto en el casco urbano, por lo que se puede afirmar que es más seguro circular por el centro de la calzada que por la acera. Para nuestra seguridad podemos usar casco, chaleco, espejos y luces, además de nuestro sentido común y el conocimiento de la normativa. La presencia de ciclistas en la calzada ha pacificado el tráfico y cuantos más usemos la calzada más segura será. Así que un poquito de ánimo, que valentía no hace falta.
Aprovechando la publicación de este bando, quisiéramos pedir al señor alcalde (otra vez) que ponga todo su empeño en que se cumpla y que queden limpias las aceras, pero también los andadores del Isuela y la vía ferroviaria, para el disfrute de la ciudadanía, que ahora no los pueden usar por enfrentarse a un auténtico campo de minas.